LA MULIZA CERREÑA

ORIGEN DE LA MULIZA CERREÑA

En el libro MULIZA CERREÑA, de Dionisio Rodolfo Bernal, se efectúa  un brillante estudio sobre el origen y tradición de la muliza cerreña, e inicia diciendo:

Poco, o casi nada se ha indagado hasta el presente trabajo sobre el origen de este cantar y por ello comentaremos el afán político de sostener su procedencia indígena. Sólo nos atendremos a los documentos que vamos a trascribir, como a la forma y esencia de la canción mestiza, cuyo origen y desarrollo tratamos de esclarecer. Por los años mil seiscientos al ochocientos, se realizaba con gran intensidad el comercio de mulas entre el norte argentino y las regiones del centro del Perú, especialmente con Huarochirí, Tarma y el Cerro de Pasco”.

El autor con un acopio de documentos establece el comercio de las mulas y la aparición de arriero-mulero que se encarga de conducir piaras de mulas desde Buenos Aires del norte Argentino a Pasco.

Estos individuos –continúa- o sean los arrieros, influyeron de ese modo decisivo con sus costumbres, decires y cantares cosmopolitas, en el ánimo de nuestras gentes mestizas provincianas y estos nos hace pensar que el origen de la muliza haya sido el cantar del mulero. Este cantar probablemente hizo su aparición, cuando el comercio de mulas florecía con intensidad en el siglo XVIII. No es aceptable la tesis deleznable que la muliza proceda de la contracción “Muy Lisa”, porque las canciones tituladas mulizas no tienen la picardía para denominarlas así, y si esto fuera, se explicaría su aparición en todo el Perú, lo que así no sucede; pues la muliza sólo se produce en los Departamentos del centro, siendo un foco de irradiación el Cerro de Pasco”.

Y continúa con diversidad de apreciaciones, producto del acucioso estudio hecho para establecer que la muliza es una derivación del cantar de los muleros, por la modalidad y semejanza con el popular de la “vidalita” que se canta en el norte argentino, porque ambas – tanto la muliza como la vidalita- cuentan con el insustituible “Estribillo” que difiere de los yaravíes y huaynos.

“Entonces es fácil presumir que las gentes indagaron o reclamaron los cantos o canciones de muleros que con el tiempo tuvo arraigo y lograron por la ley del menor esfuerzo llamarle MULIZA que se integró en el alma popular de estas regiones donde aflora esta canción. Es así entonces, que se establece y se hace popular la muliza que queda instituida ser oriunda del Cerro de Pasco” y diciendo que   “el tono de la muliza tiene mucho del caminar de la mula, es un tono acompasado, en el trajinar del animal, un tanto marcial y sereno”.

Y termina el interesante libro que comentamos,  insertando en sus páginas, 120 mulizas, a cual más hermosas, desde al año de 1880 a 1940, incluyendo varios grabados del carnaval cerreño de los Clubes Calixto, Vulcano, Cayena, Apolo y otros más que existieron  antaño en el Cerro de Pasco.

Es así en suma, que la muliza es música, canto, emoción, alegría y tradición para toda la región del centro y en particular para el Cerro de Pasco que es padre de esta música y resumen de su tradición inobjetable.

Extraído de: LA MULIZA (Quinta parte), publicado en PUEBLO MÁRTIR.

Autor Mario César Pérez Arauco

 

 

El Ministerio de Cultura declaró Patrimonio Cultural de la Nación al género musical andino llamado MULIZA, por ser una manifestación cultural de interesante trasfondo histórico, prolífica producción, gran riqueza e importancia en la identidad cultural de la sierra central.

La respectiva resolución indica que el informe emitido por la Dirección de Patrimonio Inmaterial describe a la muliza como un género de música y canción propio de la sierra central de Perú, siendo una manifestación original de esa región.

 

Este género ha tenido un desarrollo significativo en los centros urbanos de Tarma y Cerro de Pasco. En estas ciudades, la muliza se constituyó en el género musical propio del carnaval, en los días de la llamada calixtrada, ocasión para la representación burlesca de los patronos del carnaval (“Don Calixtro” y “Ña Pimienta”).