EL CARNAVAL CERREÑO

ORIGEN Y DESARROLLO DEL CARNAVAL CERREÑO

El Carnaval Cerreño en Pasco es una de las tradiciones más antiguas de la sierra del Perú, donde con alegría, jolgorio y mucha picardía, niños, jóvenes y adultos toman las principales calles de Cerro de Pasco para jugar con harina, serpentina y globos con agua y divertirse con esta costumbre.

Durante estos días de fiesta, se hace importante la interpretación de la muliza y el huayno cerreño, además del Rey Momo, la Reyna Pimienta, la Reyna Canela, la lectura del mando y el mensaje que tradicionalmente se lee en el pueblo desde 1980.

El Carnaval Cerreño se originó en 1880 con la fundación del primer club carnavalesco llamado "Calixto" y que desapareció en 1912 por la muerte de su entonces presidente, Sebastián Estrella Roble. En dicho club se formó la "Calixtrada", que rinde homenaje al ciudadano español Don Calixto de la Gazcuña y que se transformó en danza indispensable durante el carnaval.

Antiguamente, para la fiesta de Carnaval, los cerreños se agrupaban en los clubes carnavalescos, existiendo así Don Calixto, Don Vulcano, Don Apolo, La Lira Cerreña y el Tahuantinsuyo. De estos clubes, solo sobreviven algunos como Don Vulcano, grupo que respeta las tradiciones de  antaño cuando estos clubes se anticipaban al carnaval encargando a Lima los disfraces a utilizar durante los días festivos.

Treinta días antes del carnaval, los clubes carnavalescos componían las mulizas, yaravíes, huaynos tristes y otros temas para engalanar la celebración.

El Carnaval Cerreño empieza por lo general los días sábado con la aparición de una comparsa integrada por innumerables personajes disfrazados denominados "El Correo". De una manera estrafalaria y alegre aparecen payasos, frailes, príncipes, gitanos, entre otros, quienes toman las calles sorprendiendo a propios y extraños lo que significa que la gran fiesta del carnaval ha empezado.

En el día central, las comparsas dan lectura al "Bando", un texto jocoso donde aparece "Don Calixto" dando frases irónicas sobre las autoridades del lugar y otros personajes públicos. Tampoco olvidemos los edictos dictados por el Rey Momo, que en antaño eran publicados por cada club para su cumplimiento durante el Carnaval y leídos por un pregonero en las plazas y calles.

El Carnaval Cerreño se caracteriza por sus huaynos interpretados por músicos nacidos en Cerro de Pasco. Esta tradición perdura como la presentación de la Reina del Carnaval en carros alegóricos y los chalanes montados a caballo.

El Carnaval Cerreño termina con la quema del Ño Carnavalón en el miércoles de ceniza y acompañado de sus apenadas viudas y su posterior lectura de testamento.

 

Así culmina el Carnaval Cerreño, una auténtica fiesta popular a más de 4380 metros sobre el nivel del mar.


HISTORIA DE LA FIESTA DEL CARNAVAL CERREÑO

A propósito de la muliza, queremos referirnos a una fiesta que en el Cerro de Pasco alcanzó, desde mediados del siglo XVIII, un auge extraordinario: Los Carnavales. Mucho hay por decir al respecto, por eso es que, con especial cuidado hemos elegido páginas especiales de nuestros escritores que fueron testigos de excepción de aquellas bullangueras celebraciones. Los más representativos organismos que mantuvieron al tope el entusiasmo en estas celebraciones fueron los clubes carnavalescos.

 

El primer Club Carnavalesco que fundaran nuestros abuelos fue el CLUB CALIXTO. Corría el año de 1880. Su vida de 32 años -desapareció por decisión de sus socios en 1912- estuvo cargada de éxitos rotundos. Su boato y magnificencia fue tal que, en Ambo y Junín, pueblos aledaños, también surgieron conjuntos carnavalescos con el mismo nombre.

 

En 1905 se fundan  BONIFACIO, MARISCO y MEFISTOFELES, tres cubes de vida activa que dejaron grandes recuerdos en el pueblo. En 1906, en cambio, nace el Club que como ninguno, representa al Cerro de Pasco: El VULCANO. Sus socios, preclaros y queridos ciudadanos cerreños, han sabido mantener, generación tras generación, la más fiel tradición musical cerreña de los carnavales. Actualmente lo hace con entusiasmo digno de aplauso la familia Rodríguez.

 

Cuando Don Calixto,  había alcanzado raigambre en el pueblo minero, un grupo de jóvenes “bien”, con el fin de alternar efusivamente con todos los celebrantes de la Fiesta de Momo, decidió “sacar” una numerosa comparsa que, a diferencia de los otros grupos, no utilizarían cabalgaduras para desplazarse. A la usanza de los jóvenes cruzados del entusiasmo y la música que conformaban las “Tunas” españolas, también  irían a pie, portando sus gonfalones característicos bordados en oro, cintas de mil colores e instrumentos en ristre. No tendrían compañía femenina porque, precisamente, de lo que se trataba era de rendir pleitesía a la belleza de la mujer cerreña. En lo único que se parecería a los otros conjuntos sería en la interpretación de Huaynos, Mulizas y chimaychas, matizados con los “Bandos”; para ello contaban en sus filas, con los mejores compositores y poetas del parnaso local. El nombre que eligieron fue EL CAYENA. No era para menos. Rendían homenaje así a la cárcel más dantesca de aquellos años que tenía ese nombre. Allí estaban recluidos los más notables malandrines del mundo. El caso es que, en tanto vivieron, tuvieron resonante éxito por su “buen ver”, su juventud, su entusiasmo y la calidad de sus canciones. El más grande problema que tenían que afrontar era el de ir a pie, y con ello, el tener que mojarse los pies hasta extremos increíbles; por lo demás, de que se convertían en fácil presa de las chicas que los mojaban a su gusto. Se les hacía muy difícil la fuga. Su vida -como dijimos- fue muy breve pero espectacular. Dejaron grandes recuerdos. Cuando se subieron a sus cabalgaduras ya perdieron su atractiva particularidad. Les siguieron los grupos de BONIFACIO, MEFISTOFELES Y MARISCO.

 

El entusiasmo carnavalesco jamás decayó en la ciudad minera; por el contrario, pueblos aledaños contagiados del sano y chispeante entusiasmo juvenil, fundaron sus clubes correspondientes: KAISER (Huariaca, 1918), ASTOLFO ( Goyllarisquizga, 1921); COW BOYS (Smelter); MARTE Y PIZARRO, (Goyllarisquizga); LIRA OLLANTAY, (Paucartambo); CHAPLIN, (Huariaca); SAN JOSE,  (Mina Ragra); VULCANO CHICO, (Carhuamayo); DON QUIJOTE, en La Quinua, 1920; MOMO DE YANAHUANCA, (1920); MOMO DE CHACAYAN, (1922); TRIFON (1913), en Huaraucaca; ATAHUALPA ANDINO (1926) Yanahuanca, etc.

 

En el Cerro de Pasco, como es natural, continuaron fundándose clubes carnavalescos como: CLUB JUVENTUD APOLO (1922); FILARMONICO ANDINO, (1924). Posteriormente le siguen, LIRA DEL ANDE, LIRA CERREÑA, HIJOS DEL TAHUANTINSUYO, DON NADIE, LOS DIAMANTES DE YANACANCHA, ROSARIO DE YANACANCHA, etc.

 

 

Extraido de: LA MULIZA (Cuarta parte), publicado en PUEBLO MARTIR.

La Fiesta de los Carnavales

Autor Mario César Pérez Arauco